El símbolo del Andrógino es una formula arcaica que permite la coexistencia de todos los atributos, en los que se enumeran los de tipo sexual. Definiendo, según nuestro punto de vista, a la unidad divina, espejo del hombre perfecto. Mircea Eliade, ve en esta creencia y en este símbolo, la expresión de la “coexistencia de los contrarios” de los principios cosmológicos -macho y hembra-, en el seno de la divinidad.
Es en otras palabras, la existencia que se basta a sí misma, de la cuan proviene como única fuente de vida. Esta existencia es símbolo de la falta de diferenciación durante los orígenes, y además de ambivalencia. Para la tradición cristiana Eva no seria mas que el resultado de una ruptura interna, de una escisión; el futuro Adán reintegra en un todo ambas partes separadas.
El Adán primordial se convierte finalmente en Adán y Eva; el huevo del mundo pasa a ser Cielo y Tierra, Castor y Polux.
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